El ahorro: semilla de la autosuficiencia financiera

El ahorro es la mejor de todas las herramientas financieras. Tiene una característica que lo hace único: en situaciones normales depende sólo de nosotros.

Lo mismo para hacerle frente a una emergencia que para obtener un satisfactor secundario, planear las vacaciones o reunir lo necesario para el enganche del coche o la casa, el ahorro nos pone en el camino de ser nuestros propios financiadores y, así, manejar mucho más saludablemente y en nuestro beneficio todas las demás herramientas que el sector nos ofrece.

Ahorrar -no confundamos- no es pagar menos por algo. Ahorrar es separar una parte de nuestros ingresos y no echar mano de ella salvo para una emergencia o aquellas cosas para las que previamente decidimos que sería. Una de esas cosas bien podría ser una vejez tranquila.

Expertos de distintas instituciones (Prudential, Banamex, Seguros Monterrey) aconsejan ahorrar el 10 por ciento de nuestros ingresos. Si esto es posible, ¡maravilloso!, pero la realidad mundial actual hace que no sea tan sencillo. Sin embargo, lo importante es la constancia. Por pequeña que sea la cifra, ahorrar una parte de nuestros ingresos nos permitirá quizá hasta llegar a conformar cierto capital, que podría representar la diferencia entre rentar y construir, o despedirse de los pagos mínimos.

Bien visto, ahorrar es como darse crédito uno mismo: a cambio de la constancia y la mesura, obtenemos una capacidad de decisión real y la tranquilidad de manejar nosotros mismos nuestras finanzas. La diferencia es que cuando disfrutamos lo adquirido, ya no nos preocupamos de cómo y cuándo lo pagaremos.

De hecho, en algunos casos tener una cuenta de ahorro permite acceder a un crédito automotriz o hipotecario en caso de no tener historial crediticio.

Las instituciones financieras formales ofrecen muchos productos que nos pueden ayudar en nuestra decisión de ahorro y mantienen realmente seguros los recursos que dediquemos a ello… La caricatura del colchón lleno de billetes deja de ser divertida cuando el dinero que se pierde en el incendio o la inundación es el nuestro.

Ahorrar es creer en nosotros mismos, es darnos crédito, prepararnos para disfrutar algo deseado, para hacerle frente a lo inesperado o para no causar molestias a los demás.

El ahorro es el primer paso para la inversión.

Guardar unos cuantos pesos cuando sobran evita extrañarlos porque faltan.

Para que una planta crezca es necesario que haya una semilla. Eso es el ahorro: la semilla de la autosuficiencia financiera.