EN VOZ DE LOS EXPERTOS
Reflexiones sobre el ahorro
Por Rogelio Varela*
El relato del Génesis que habla sobre el sueño de José en torno a siete años de vacas gordas y siete años de vacas flacas, y que describiera como una premonición al faraón de Egipto, revela que desde la antigüedad se tenía alguna idea sobre los ciclos económicos.
El pasaje bíblico sigue siendo vigente y lo mismo es una enseñanza para el gerente de empresa que para el individuo que busca formar un patrimonio, pues las instrucciones del joven de origen hebreo para que el faraón almacenara una quinta parte de las cosechas de trigo durante los años de abundancia permitieron que un pueblo hiciera frente a los tiempos de escasez.
Ahorrar aporta beneficios para un país. Ahora mismo, con los precios altos del petróleo y el cobre, algunas naciones están destinando parte de esos excedentes a generar un capital que apoyará su crecimiento en el futuro.
En el ámbito doméstico, ahorrar también es útil para una familia, y aunque la cultura del ahorro en países como México debe fomentarse más en los hogares y en las escuelas de enseñanza básica, muy probablemente nuestros padres o abuelos nos han dicho en algún momento: “ahorra para tu vejez”.
Sin embargo, cuando pensamos en el ahorro consideramos que se trata del dinero que nos sobra, y pocas veces nos fijamos metas.
El momento para ahorrar no inicia cuando comenzamos a tener ingresos, ya que posponer el consumo lo mismo ayuda a un niño a comprar una bicicleta que a una empresa a mejorar la posición de su tesorería para hacer frente a momentos de retraso en la cobranza a través de lograr eficiencias en su operación.