EN VOZ DE LOS EXPERTOS
Te endeudan con tus propios datos

Por José Yuste*

Cuando un ladrón medianamente sofisticado sabe tu nombre, edad, domicilio, RFC, CURP y otros datos generales, el robo que es capaz de hacer puede resultar mucho mayor: con esta información puede obtener uno o más créditos a tu nombre y te enterarás de ello hasta que te llegue el estado de cuenta o la información correspondiente a la tremenda deuda que ¡tú no adquiriste!

¿Cuántas veces hemos escuchado: "...me clonaron mi tarjeta" o "me robaron mi tarjeta de crédito y no me di cuenta"...? Seguramente muchas, y se trata de expresiones que evidencian simple y llanamente el robo de identidad del propietario real de los plásticos.

En México todavía no tenemos estadísticas sobre este delito, pero lamentablemente, sí es clara la tendencia creciente que presenta.

Ahora bien, no es un caso exclusivo de México. El robo de identidad ha tendido a aumentar por diversas causas, entre ellas, el uso de Internet para la realización de compras, sin el desarrollo previo de una cultura financiera ni de prevención. En Estados Unidos, por ejemplo, de acuerdo a la consultora Gartner, se presentó un aumento del 50% de dicho ilícito entre 2003 y 2006.

Entre el phishing y vishing, no hacer caso

Anteriormente el robo de identidad solía efectuarse mediante la sustracción ilícita de la cartera, billetera, o incluso los estados de cuenta tomados de los buzones en los domicilios. Pero hoy en día existen nuevas modalidades del robo de identidad entre las que destacan las que se hacen mediante Internet.

El concepto de phishing se refiere a cuando nos envían una o diversas notificaciones a nuestro correo electrónico, supuestamente provenientes de nuestro banco, para ofrecernos la renovación de alguna tarjeta o cualquier otro servicio. Al dar la información que nos solicitan como nombre, número de tarjeta, números confidenciales o passwords, etc., ¡caemos en la trampa!

El vishing por su parte, se presenta cuando un supuesto ejecutivo de un banco o institución financiera envía un mensaje electrónico solicitándonos nuestra información. Lo suelen hacer de manera tan parecida a los bancos que las personas pueden caer en el error y proporcionar sus datos.

Y ¿qué podemos hacer los usuarios
ante este peligroso fenómeno?

Entrar a los portales, no "recibirlos"

El método más eficiente para evitar el robo de identidad es: jamás proporcionar tus datos a quien te los solicite vía Internet.

Sólo puedes estar a salvo si eres tú quien entra a las páginas originales y verificables de tu banco o institución financiera.

Recuerda que existen profesionales del fraude que se hacen pasar por bancos o instituciones financieras para enviar mensajes vía Internet y solicitar tus datos. Cuando recibas uno de ellos, ¡simplemente, bórralo!

Robos de identidad físicos y electrónicos

El robo de identidad también puede llevarse a cabo físicamente. Por eso lo mejor es siempre romper todos nuestros recibos o papeles de bancos. Hacerlos trizas.

Y claro, siempre debemos tener a la vista nuestras tarjetas. Al dejar de verlas en un restaurante o algún negocio, las pueden estar clonando en muy poco tiempo.

En México las operaciones de compra-venta por Internet crecen a ritmos muy acelerados. Según la AMIPCI (Asociación Mexicana de Internet) en 2010 suman ya 30.6 millones los usuarios de Internet en nuestro país y sin duda entre los portales bancarios y la necesidad de ir pagando impuestos por la red, la cantidad de dichos usuarios que realizan operaciones electrónicas, tiende a elevarse.

Por ello es imprescindible contar con una cultura de prevención para evitar el robo de identidad, además, claro, de que sí se llegue a tipificar como delito.

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* José Yuste es Columnista Financiero en el diario Excélsior. Es conductor del programa radiofónico Fórmula Financiera y del programa Dinero y Alebrijes en Canal 2 de Televisa.