EN VOZ DE LOS EXPERTOS
Por qué y para qué un Buró
Por Héctor Rendón*
El acceso al crédito y la expansión del mismo, es el trampolín para el crecimiento económico de un país, pero también para el desarrollo personal. ¿Por qué entonces, no se presta más cada año, y por qué, en muchas ocasiones, nos asusta el Buró de Crédito?
De acuerdo a cifras proporcionadas por Ixe, se estima que en 2010 en nuestro país la tasa de crecimiento del crédito fue de 12 por ciento, respecto a 2009. Para este 2011, se prevé, se eleve 14 por ciento.
Dice Marco Carrera, director de estudios de Mercado de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), que el crédito permite crear riqueza y acceder a bienes que ayudan a producir más valor. Saberlo usar, afirma, es la clave para el bienestar patrimonial.
Un punto importante es que, al solicitar un crédito, la institución financiera evalúa la capacidad de repago y a este respecto uno de los instrumentos más importantes que utiliza es el Buró de Crédito. Hay quien piensa que estar en el Buró es malo, sin embargo, es todo lo contrario.
Por lo tanto, un buen historial abre la posibilidad de generar nuevo financiamiento, mientras que uno negativo representa un obstáculo importante para recibir otros préstamos y servicios. No obstante, es importante tomar conciencia de que éste no es el único elemento que consideran los otorgantes de crédito; es sólo uno de ellos.
Es decir, tener acceso al crédito depende no sólo de cómo usarlo, sino de cómo pagarlo.
Jonathan Heath, analista financiero comenta que un banco pone el dinero donde hay retorno, y para ello, se asegura mediante dos factores: cobrando una tasa de interés y recibiendo garantías.
“Nadie presta para perder, aunque hay quien sí podría pedir y no pagar: esa es la diferencia”, dice Luis Pineda, analista financiero independiente. Para tener un dato más cercano de por qué los bancos se protegen, cabe mencionar que en julio de 2010 la cartera vencida total de la banca alcanzó 55 mil millones de pesos. Esto es una reducción de 21 por ciento respecto al mismo mes de 2009.
Los analistas de crédito atribuyen este problema a dos factores: poca cultura financiera y necesidad de una mayor información sobre el financiamiento.
Desde luego, otro punto importante a considerar es que muchas personas dejan de pagar, no porque no quieran cumplir, sino porque han perdido su empleo, con la crisis financiera global.