Carta de Noticias

ilustraciónUN CASO REAL DE...
Robo de identidad

Cualquiera de nosotros puede ser víctima de robo de identidad. Aun cuando no lo sepamos todavía, es probable que alguien haya obtenido ya suficientes datos sobre nosotros como para ir a una empresa financiera o comercial a obtener bienes o créditos.

En esos casos enterarse oportunamente de la solicitud o aprobación de estos créditos es fundamental para actuar a tiempo y evitar que la situación llegue a tal nivel que nos empiecen a cobrar los créditos que alguien más obtuvo a nuestro nombre.

Justo eso fue lo que logró Carlos, un joven que fue convencido por su futura esposa de comprar el servicio Alertas Buró. Al principio Carlos pensó que era dinero desperdiciado, pues si él ya llevaba un control de los pagos con su tarjeta, ¿para qué rayos necesitaba pagar por que le avisarán de los cambios en su historial crediticio? Y sobre todo, meses antes de la boda, cuando hasta el más pequeño gasto es importante.

Cuando llegó el primer mensaje a su correo y vio que todo estaba en orden le pareció que eso sólo confirmaba que no le hacía falta el servicio. Pero le sorprendió mucho ver que a los pocos días le llegó otro mensaje. Al abrirlo vio que un banco había consultado su historial en Buró de Crédito.

Al principio quedó un poco confundido, pero como él no había hecho ninguna solicitud de crédito ni dado permiso para que nadie lo consultara, se dio cuenta de que alguien estaba solicitando un crédito presentando información que le permitía hacerse pasar por él.

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De inmediato llamó al banco y realizó algunos trámites para detener el proceso del crédito que solicitaron a su nombre. Se trataba de una tarjeta con un límite de crédito mayor a los que él había estado manejando.

Habló con ejecutivos, presentó documentos e hizo algunas aclaraciones, pero pudo impedir en poco tiempo que le asignarán un crédito que él nunca solicitó.

No sabe exactamente cómo obtuvieron sus datos o quiénes lo hicieron, pero de no haber contado con Alertas Buró, se hubiera enterado de la tarjeta que pidieron en su nombre ¡hasta que le empezaran a cobrar las compras que hubieran hecho los defraudadores!

O sea, demasiado tarde...

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CARTA DE NOTICIAS, Buró de Crédito
no. 01 / Enero 2011

 
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